

Episode 6
Episode 6 | 1h 1m 58sVideo has Closed Captions
Oscar receives threatening messages--and not for the first time.
Oscar receives threatening messages--and not for the first time. Luis sidelines Paula within the Barbosa company.

Episode 6
Episode 6 | 1h 1m 58sVideo has Closed Captions
Oscar receives threatening messages--and not for the first time. Luis sidelines Paula within the Barbosa company.
How to Watch The Drought
The Drought is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-Todo el mundo al suelo.
-Al suelo.
[sirena] -Vamos.
-Los cuerpos de Campomediano, ¿qué tienen que ver con Luis Barbosa?
-¿Qué relación tienes tú con Luis Barbosa?
-Has ido a agitar el avispero, Daniela.
Y soy yo quien recibe los picotazos.
-Ortiz ha muerto.
-De verdad tenía que salir su nombre en el periódico de tu amigo.
-¿Pero cómo se les puede pasar por la cabeza que he podido matar al comisario Ortiz.
Solo mi abogado está al corriente de lo que pasó el martes por la noche.
-Tu padre está enfermo, Paula.
Podemos estar hablando de unos pocos meses.
-La concesión de la hidroeléctrica.
Ahora espera el plazo y la Junta tiene que tomar una decisión.
-Pues ya sabemos lo que va a pasar.
-En el pendrive que os he entregado podéis ver la situación financiera.
-Creo que hay una salida de dinero que no se justifica.
-Recibimos dinero para construir una central de bombeo.
No lo hicimos y ahora tenemos que justificarlo.
-Aquí por lo que se ve parece que no hay ninguna prisa en comenzar las obras.
-Evita al menos que los otros medios se hagan eco.
-¿Alguien quiere devolverte algo?
-Necesitaba el dinero.
-Joder.
-Dice que puede que su hermano tuviera un hijo.
[habla en portugués] -¿Le suena haberlo visto alguna vez?
-No, en mi vida.
-Luis Barbosa nos mintió.
Hubo una redada en un bar en Lisboa y ¿quién nos sacó de la comisaría?
[habla en portugués] -Me han asegurado que el Club Hípico es una máquina de perder dinero.
-He dedicado mucho esfuerzo para levantar este sitio.
-Pues ya me he comprometido con unos amigos.
Y ahora no les puedo decir que no.
-Era una igual que esta.
-Que hay un Tomás Sanjurjo con ficha policial.
-A ver si tienes redes sociales.
¿Tú te acuerdas de Nelson?
-El activista.
Me acuerdo de un tío con un tatuaje, que parecía un tigre.
-¿Tomás es el mismo que él?
-Sí.
-¿Cuándo fue la última vez que habló con su hijo?
-Se ha ido a vivir a casa de una novia.
-Te iré llamando, ¿vale?
-Deberíamos vigilar la casa las 24 horas.
-Si me cogen, yo no me callo.
[♪ música de suspenso] -Va, va, va, va. [♪ música de tensión] Vale, rápido.
¡Rápido, joder!
¡Va, vamos!
[♪ música de tensión] ¡Joder, que viene el tuerto!
¡Me cago en la puta!
¡Corre!
¡Va, va!
¡Vamos!
-¿Qué quieres que haga?
¡Vamos!
¡No tenéis más prisa, joder!
-¡Sal de ahí, cabrón!
La puerta.
Abre la puerta.
-Vale.
¡Arranca!
-¡Sal de ahí!
[motor acelerado] -Ya está, ya está.
¡Vamos, vamos!
[chirrido de neumáticos] [gritos] [timbre telefónico] -Dígame.
¿Cómo no puedes decirme los resultados por teléfono, doctor?
Para decirme que voy a morir pronto, no me haga ir hasta el hospital.
Entendido.
Yo sí que lo siento.
[hablan en portugués] [risas] [♪ música de tensión] -Inspector.
-Sánchez.
-¿Y nadie investigó a los Barbosa cuando desapareció Joaquín?
-La verdad que no.
Y eso fue un error.
Podemos llamar a Luis a declarar.
Que omitiera lo de comisaría es sospechoso.
-Sí.
Sí, que sacara a Joaquín y Portela de comisaría abre una línea de investigación completamente diferente.
A ver, supuestamente, Luis sentía mucho afecto hacia Joaquín.
Pero necesitamos más pruebas de la relación entre ellos.
-Amalia.
Quizás tenga algo que contarnos.
-¿Pero ti no te lo habría dicho en su momento?
Lleva 20 años buscando a su hijo.
-Sí, pero el cadáver de su hijo no había aparecido en los terrenos de su padrino.
¿Eh?
¿Salimos para allá?
Estamos ahí antes del almuerzo.
-¿Te importa si lo dejamos para un poco más tarde?
-No, nada.
¿Todo bien?
-Sí.
Tengo que resolver un asunto personal.
-Ah.
Si me necesitas, silba.
-Lo haré.
[♪ música de tensión] [timbre telefónico] -Sí, dígame.
-Mamá.
-Ah, dime, hijo.
-Voy a tener que quitarme de en medio una temporada.
-¿Qué ha pasado?
-Estoy bien, tú no te preocupes.
-¿Pero cómo no me voy a preocupar, hijo?
-Escúchame, que no tengo mucho tiempo.
Me voy unos días donde la Claudia.
-¿Unos días cuántos?
-No, no lo sé todavía.
-Por cierto, ¿qué le pasa a tu móvil que te he llamado más de 40 veces?
-He pillado uno nuevo y no me queda batería, joder.
Mamá... si van a la casa preguntando por mí, ni palabra.
-¿Pero por quién me tomas?
¿Ya viste el otro día cuando vino la policía que no dije ni mu?
-Esta vez no es la policía quien me preocupa, me está buscando... Martín.
¡Joder!
¡Hijo de puta!
-¿Tomás?
Se ha cortado.
-Seguro que vuelva a llamar.
-Este hijo me va a matar de un disgusto, ¿eh?
[♪ música de tensión] -Hola, ¿qué pasa?
Espero que sea importante, yo me tengo que ir.
-Mira lo que me acaban de mandar.
-¿Quién crees que puede ser?
-Y anoche recibí otro mensaje parecido, pero con otras palabras.
-Se puede averiguar desde dónde te lo han enviado comprobando la IP.
-¿Puedes hacer eso?
-No, yo no, pero podemos hablar con delitos informáticos.
-¿Me estás hablando en serio?
-Es una amenaza clara, Oscar.
-¿Amenaza de qué?
¿De qué me tengo que arrepentir?
-Precisamente.
-También me amenazan de muerte en redes cada vez que me meto con el Deportivo Cacereño.
-Vale, entonces ¿qué hacemos?
¿Nos tomamos en serio las amenazas o no?
-¿Pero cómo quieres que me van a recibir en comisaría después del artículo de Ortiz?
-Pues como cualquier ciudadano que va a denunciar.
-Daniela, por favor.
-Vale, a ver.
Yo puedo hacer un par de consultas sin que te salpique.
Pero creo que tienes que denunciar.
-¿Quieres que nos veamos luego?
-No voy a poder.
Me tengo que ir a Lisboa, no sé a qué hora vuelvo.
-Tampoco me tienes que dar explicaciones.
-Eso ya lo sé.
-Pues que tengas buen viaje.
Y cuídate.
-Cuídate tú.
-¿De verdad que no quieres un café?
-No, gracias.
Estoy bien.
Estarás más tranquila ahora que sabes dónde está.
-Ay, los hijos.
-De vez en cuando le llamo para ofrecerle un trabajillo, pero... -¿Y no sabes cómo te lo agradezco?
-¿Y has dicho que estuvo la policía aquí?
¿Qué querrán de él?
-Vete tú a saber.
Menos mal que soy perro viejo.
Pero a ver si asienta la cabeza ya este hombre.
-A veces solo te lleva por el buen camino una buena chica.
-Dios te oiga.
Esta que se ha echado ahora no la conozco, pero tiene toda la pinta de ser muy trabajadora.
-¿Ah, sí?
-Sí.
Es de Lisboa y trabaja en un bar.
Ahí echarán un tiempo.
-Pues mira, justo esta semana tengo que pasarme por Lisboa.
-¿Ah, sí?
-Por temas de trabajo, sí.
Podría hacerle una visita para asegurarme de que no le falta nada.
-Creo que tengo por aquí la dirección.
Mira, aquí la tengo.
[murmullos] -¿Qué tal te ha ido?
-Bien.
Era un amigo de toda la vida.
¿Y eso?
-La bala que mató a Joaquín.
Quiero que lo vean los compañeros de ahí de Portugal.
-Pues cuando quieras nos vamos.
¿Sabe Amalia que vamos para allá?
-Amalia Sousa Cardoso no es alguien que puedas visitar sin cita.
-¿Podéis esperar un momento?
Es importante.
Sí.
Perfecto, gracias.
Son los de balística.
Hay novedades.
La pistola de la casa de Antonio Hurtado ha aparecido en la base de datos de armas ilícitas de la Interpol.
-¿Y qué se sabe de ella?
-Aparece en un decomiso cerca de aquí en el 94.
-¿Nada posterior?
-Nada.
Y eso solo quiere decir una cosa.
-Alguien la sacó del depósito.
-Hurtado no pudo ser.
-Tenemos el nombre del policía que firmó el decomiso.
-¿Y lo conocemos?
-Demasiado bien.
El inventario del decomiso está firmado por Javier Ortiz.
-Muchas gracias.
-¿Tienes idea de lo que quiere tu abuelo?
-No lo sé.
Me acaba de llegar la convocatoria.
-No tengo los detalles.
-Tengo una noticia que daros.
-¿Qué pasa?
-Cambios en el organigrama del grupo.
El dosier estará completo esta tarde.
Esos son los titulares.
-¿Y sería para hacer la intervención en cuánto tiempo?
-De manera inmediata.
-Pero aquí dice que el departamento de comunicación... -Sí, el departamento de comunicación absorbe al de estrategia y pasa a llamarse gabinete de dirección.
-¿Seguiría yo al mando?
-Solo de la parte de comunicación.
Tú y Duarte vais a codirigir el gabinete.
-¿Paso de directora, codirectora?
-Nada de eso.
Vas a llevar el seguimiento de la renovación.
-Eso es de puertas para adentro.
De cara al consejo va a parecer que he perdido tu confianza.
-En absoluto, Paula.
Ya sabes lo que pretendo.
Unir a esta familia, a esta empresa, más que nunca.
Así que conseguir la renovación es lo mejor que puedes hacer para ganar puntos de cara al consejo.
Si es lo que te preocupa.
-Es lo mejor que puedo hacer para que tu empresa tenga futuro, más bien.
-Ya sabes tu cometido.
Rubén, tú pasas a Ejecutivo Junior, pero estarás bajo las órdenes de tu madre y de Duarte.
-Quieres unir a esta familia, pero sigues tomando todas las decisiones sin consultarnos primero.
-Porque sigo sabiendo lo que es mejor para todos, si no fuera por mí... Fue muy difícil llegar hasta aquí.
Espero que estéis todos a la altura de la responsabilidad.
[trinar de aves) [habla en portugués] -¿Martín?
-Tu padre me ha mandado a buscarte.
Nos vamos a casa.
-¿Quién es este tío?
-¿Cómo sabías que estaba aquí?
¿Qué pasa, que me estás siguiendo?
[habla en portugués] -¿Qué quieres tú?
-Paula, nos tenemos que ir.
-Ni de coña me voy contigo.
-Ey, me estás haciendo perder la paciencia.
Vete de aquí, cabrón.
¿No has escuchado qué ha dicho?
Vete de aquí.
-Tengo que llevarte a casa por las buenas y por las malas.
Es mejor que te vayas.
¡Ahora!
-Que me dejes en paz.
Que me dejes en paz.
-¡Que pares una puta vez!
[tos] Mejor aquí que en el coche.
-Te odio.
-¿Dónde pensabas dormir?
-¿Y a ti qué coño te importa?
-Si Joaquín o su madre te están esperando, mejor que avises que te llevo de vuelta a Cáceres.
¿Qué quieres que le diga a tu padre?
Que te encontré, ¿dónde?
-Me da igual.
-¿Y ese tipo con el que estabas?
¿Joao?
-¿Qué?
-No deberías juntarte con gente así.
No te hace ningún bien, créeme.
-Claro.
Seguro que estoy mejor contigo, ¿no?
-Buen día -Buen día, acompáñeme.
-¿Puedes sentaros?
¿Habéis descubierto algo más?
-Lo siento, pero en este punto no podemos revelar nada acerca de la investigación.
-¿Y todavía vamos a hacer aquí o qué?
[habla en portugués] -Nos gustaría ampliar nuestra perspectiva sobre el entorno familiar.
-¿Sobre nosotros?
-No, no exactamente.
Sabemos que Luis Barbosa era padrino de Joaquín.
-¿Luis Barbosa puede tener algo relacionado con la muerte de Joaquín?
-No, aún no sabemos.
Por eso hemos venido.
-Si viene a preguntar por él, por algo será.
-¿Cómo se llevaban Luis y Joaquín?
-Joaquín lo adoraba.
-¿Y se veían a menudo?
-No, pero Luis siempre le enviaba los regalos más vistosos y para los niños eso basta.
-¿Joaquín confiaba en Luis?
-Más que en mí, a veces.
-Creo que usted sabía que fue detenido una vez.
-Por desgracia, sí.
-Pero nunca lo ha mencionado.
-Para una familia como la mía, no es bueno que se sepan ciertas cosas.
-¿Y sabía que llamó a Luis Barbosa para que intercediese por él cuando estaba en la comisaría?
-Joaquín habló con él para no darme el disgusto.
-¿Y qué pasó?
-Luis me contó el incidente y tuve que tomar cartas en el asunto.
-Fue cuando intentó enviarle a la clínica.
-Intenté ayudarle, pero él no quiso.
Se marchó y no volví a verlo nunca.
Nunca.
-4 cilindros y 16 válvulas, ¿eh?
[habla en portugués] [hablan en portugués] [habla en portugués] [hablan en portugués] -¿Qué sorpresa?
-Espero que agradable.
-No me gustan nada las sorpresas.
-A mí tampoco.
Me envía mi padre.
-Entonces sabrás que sólo hablo con él.
-A partir de ahora tendrás que hablar conmigo.
-Como si no tuviera otra opción.
-Me ha dejado al mando.
-Me cuesta creerlo.
Tu padre no es de los que delegan.
-La decisión es permanente.
-Eso cambia el tablero de juego.
-No tiene por qué.
La partida es la misma.
Sólo tienes que cambiar un rey por una reina.
-En ajedrez, sólo los peones llegan a reina.
-Tenemos suerte de que no sea una partida de ajedrez.
-¿Qué es, entonces?
-Una alianza.
El acuerdo con mi padre sigue en pie conmigo.
-Si os renuevan la concesión.
-Efectivamente.
Y para que eso ocurra, seguimos necesitando que tú hagas tu parte.
-Las sospechas de tu padre eran ciertas.
-La competencia tiene comprado al Consejo.
-No todos.
Tengo asegurados gran parte de los votos.
Pero ahora mismo nos ganan por dos.
Los dos que han comprado.
-¿Sabemos el precio?
-200.
-¿Los dos?
-Cada uno.
-400,000 mucho dinero por sólo dos votos.
-Podrían ir a la cárcel.
-Dos titulares.
Tercer grado a los dos meses y jubilación dorada.
No veo tan alto el riesgo.
-Querías saber cuánto paga la competencia y ya lo sabes.
Si queréis revertir la votación, habrá que superarlo.
-Pues habrá que superarlo.
[timbre telefónico] -Dime.
-Espero que no estés aun conduciendo.
-No, acabo de llegar.
-Solo para saber cómo estabas.
Sé que te afecta lo de Ortiz.
-Pues sí, no paro de darle vueltas.
Estoy segura de que no estuvo implicado en las muertes, pero cada pista que encontramos.
-¿Sabes de esos libros de dibujar que son unir números?
Mis hijas tenían un montón cuando eran más pequeñas.
-¿A qué viene eso ahora?
-Ahora solo vemos puntos, pero si seguimos el orden, al final todo tiene forma.
-Me gustaría que tuvieses razón.
¿Qué tal todo por casa?
-Siguiente pregunta.
¿Y por la tuya?
-¿Acaso yo tengo casa?
-Yo estoy amenazado de quedarme en la calle.
-Lo siento.
¿Te cuento un secreto?
Odio ser un cliché.
Buena en mi trabajo, un desastre en mi vida personal.
-¿Podrías decir que eres buena cuando resolvamos el caso?
Por momento, un aprobado justo.
-Hélder, no eres el más indicado para hablar.
Si Clara te deja por el curro, solo te falta ser alcohólico para ser también un cliché.
-Bueno, soy adicto al café, no sé si cuenta.
-Bueno, eso suma medio punto en la escala cliché-poli.
-Vaya, que... -Bueno, mañana seguimos.
-Vale, hasta mañana.
-Hasta mañana.
-¿Qué tal, sobrino?
-Rita, ¿qué haces aquí?
No sabía que venías.
-No lo sabía ni yo, pero tenía unos días libres y dije: "va, me tiro por allá".
¿No te metes?
-Sí, sí, ahora.
Iba a hacernos largos antes de dormir.
-Y yo te he chafado el plan.
-Tranquila, puedo venir cuando quiera.
-Entonces puedes venir ahora.
Prometo no molestar.
-Da igual.
-Un año entero en Lisboa y nunca me llamaste.
Mi madre es que me puso al tanto de todo.
Que fuiste el mejor de tu año.
Muy bien.
-Ya sabes que lo de estudiar siempre me gustó.
-¿Y las vacaciones?
¿Cómo van?
-Bien.
Si se pueden llamar vacaciones, bien.
Estoy yendo a la empresa a trabajar con mi abuelo.
-Eso es explotación infantil.
-Bueno, ya habló la madurita, ¿eh?
-Ah.
Un respeto, que soy tu tía.
-Política.
-Buenas noches, sobrino.
-Buenas noches.
[sirena] -Entra.
[hablan en portugués] -Buen día.
-Buen día.
-Hola.
-No sabía que se te esperaba.
-Rita sabe que yo siempre la espero.
-Paula, guau, estás divina.
Me tienes que dar tus trucos de belleza.
-Gracias.
-No, no es necesario.
Ya lo hago yo.
Gracias.
-¿Sabes que va a publicar un libro?
-¿Qué me dices?
-Con una buena editora portuguesa.
A ver después si lo traducen.
-¿De qué va?
-Es un drama familiar en un entorno opulento, donde los secretos acaban destruyéndolo todo a su paso.
-Vaya.
-La editora dice que será un bestseller.
-No, no, eso es porque esto ya no está de moda criticar a la casta.
-Buenos días.
-Buenos días.
-No hace falta que preparen el coche.
Me voy a ir en el mío esta mañana.
-¿No esperas al abuelo?
-Voy yendo.
-¿Sabes que sales en mi libro?
-¿Ah, sí?
-Sí.
Bueno, tú, necesariamente, pero alguien que se te parezca.
-¿Y qué le pasa al personaje?
-Para eso vas a tener que leértelo.
-Me voy.
-Hasta luego.
[♪ música suave] -Empezaba a pensar que era una trampa.
-Todas las precauciones son pocas.
-No pueden verme contigo.
-Lo entiendo.
-Si alguien se entera, me juego la suspensión.
-Lo sé y te lo agradezco mucho.
Tu identidad conmigo está a salvo.
-Eso espero.
Solo estoy haciendo lo correcto.
Soy un servidor público por vocación.
Que cubre su cargo para resolver los problemas de los vecinos, no para ayudar a corruptos.
-Ojalá hubiera mucha más gente como tú.
¿Has conseguido algo?
-Carmen.
En breve va a dejar su cargo en la Diputación.
Está confirmado.
-¿Para irse a dónde?
-Solo tengo conjeturas.
-¿Al grupo Barbosa?
-No tengo pruebas.
-Pero lo sospechas.
-Esto casi es seguro.
Pero Carmen es más lista que el hambre.
Esa no va a dejar cogerse así por así.
-Cuando alguien tiene tantos trapos sucios, al final alguno acaba jodiéndole la colada.
-¿Qué quieres hacer?
-Estoy convencido que ha dejado algún rastro de mierda en algún sitio y no voy a parar hasta encontrarlo.
-Hélder.
[hablan en portugués] [♪ música de tensión] -¿Cómo ha ido?
-Me han confirmado que la bala pertenecía a un subfusil de la policía portuguesa.
Ahora solo queda averiguar el número de serie.
-¿Te quedas en Lisboa, entonces?
-No, he conseguido que los de balística se encarguen de analizar la munición.
-¿No te irás a meter en otro lío con tu superior?
-No, tranquila.
Tendrán los resultados pronto.
Salgo ahora para allá.
-Vale, en un rato nos vemos.
-Daniela, mira lo que acaba de llegar.
[♪ música de suspenso] -Ya te he dicho que te pagaré.
Lo único que necesito es un poco más de tiempo.
-Tengo unos socios con los que debo rendir cuentas.
-No me hagas quedar mal.
-Sí, sí.
Si ya sé para qué quieren tus socios la hípica, para blanquear dinero.
Que no soy imbécil.
-Si fueras listo, sacarías tajada.
-Escúchame, esto es lo único que tengo, es mi proyecto.
Y el dinero es lo de menos, ¿está claro?
-Tú aquí ya no pintas nada.
-Soy el gerente y aquí no se toma una puta decisión sin mi consentimiento.
-Firmé un acuerdo con tu suegro.
Esto me pertenece ahora.
Y si te permito seguir aquí, es por pena.
-Pelearé.
En los juzgados, informando a la prensa, yendo a la policía, lo que haga falta.
-¿Quieres que mis socios se enfaden contigo de verdad?
-Tú eres un cabrón.
-Me caes bien, Martín.
Te voy a hacer un pequeño favor.
Recoge todas tus cosas y desaparece de aquí.
-Esto no va a quedar así.
-Me gustaría que retrasaras tu vuelta a la escuela.
-¿Y eso por qué?
-Puedes seguir tu curso con la modalidad a distancia, al tiempo que continúas aquí tu aprendizaje conmigo.
-¿También puedo acabar la escuela y después volver aquí contigo?
-No queda tiempo para eso.
-¿Cómo que no queda tiempo?
-El tiempo es oro.
Y no voy a estar aquí eternamente para poder enseñarte.
-No sé, abuelo, tendría que organizarme y pensármelo bien.
-La decisión está tomada.
Hay cosas que un hombre no aprende en la escuela y ambos sabemos que en algunos aspectos te queda mucho que aprender.
-¿Has hablado con Duarte?
-Claro que sí.
Lo de la chica.
-Lo siento.
-Siempre habrá gente que intentará hacerte daño.
Los que llegan a líderes aprenden a evitarlo.
-Puedes estar tranquilo.
En la escuela no me va a pasar nada parecido.
-Claro que no, porque no vas a volver.
[♪ música de misterio] -Gracias.
¿Qué pasa?
-Estoy harto de que todo el mundo decidan qué es lo mejor para mi vida.
-Rubén.
¿Se puede saber qué le pasa a Rubén?
-Prefiero que no vuelva a Lisboa.
Quiero enseñarle todo lo que sé.
-Puedes enseñarle en vacaciones y fines de semana.
-No, no, no.
Necesito todo el tiempo del que pueda disponer.
-Te recuerdo que yo también estoy aquí, papá.
-Ya lo sé, hija, ya lo sé.
-¿Entonces?
-Te he dado una gran responsabilidad encargándote de la renovación.
-¿Estás bien?
-Discúlpame.
-¿Tú por aquí?
-Esperándote, ¿no lo ves?
Hace mil que no vengo, me apetece ruta nostálgica.
-Ya, pues no hay nada muy interesante por esta zona.
-¿Vamos a otro sitio?
¿No?
¿Sí?
-Vale.
-Vale, en tu coche.
-Hélder, ¿qué tal el viaje?
-Cansado.
-Pues no te voy a dejar descansar.
Los compañeros que vigilan la casa de Sanjurjo me acaban de avisar que su madre ha recibido una visita.
¿Adivina de quién?
El yerno de Luis Barbosa, Martín.
-¿Y cuánto tiempo ha estado ahí con ella?
-Lo suficiente como para mantener una buena charla.
-Pues que nos diga él mismo de qué han hablado.
-Vamos.
-Buenos días.
-¿Está de mudanza?
-Es una forma de llamarlo.
-Tenemos algunas dudas.
Quizá nos pueda ayudar.
-Si tienen que ver con la hípica, yo ya no trabajo aquí.
-Nos interesan más algunas de sus amistades.
-¿Cuáles?
-¿Qué puede decirnos de Tomás Sanjurjo?
-Padre o hijo.
-Ambos.
-El padre era boxeador.
Murió hace tiempo.
-¿De qué le conocía?
-Del gimnasio.
-¿Eran amigos?
-Conocidos.
-¿Y ha trabajado alguna vez para usted?
-No, no.
Y creo que tampoco ha trabajado nunca para el Grupo Barbosa.
-Ya.
¿Y si no tenía tanta relación con el padre, cómo es que conoce al hijo y a la madre?
-Cuando murió el padre echamos una mano a su mujer.
Isabel quedó muy agradecida y hemos mantenido el contacto.
-¿Qué hizo usted ayer?
-Entre otras muchas cosas.
Precisamente ayer pasé a verla.
¿Por?
-Bueno, nos interesa el motivo de su visita.
-Tengo un tractor que está roto y quería que Tomás le echara un vistazo.
Tenía el móvil apagado, así que decidí pasarme.
-¿Y pudo hablar con él?
-No, no.
-Bueno, muy bien.
Así es todo por ahora.
-Muy bien.
-Manténgase localizable, por favor.
-Hasta luego.
-Dime.
-¿Puedes hablar?
-Estoy trabajando, ¿qué pasa?
-Tengo que irme a Lisboa.
-¿Por qué?
¿Problemas?
-Precaución, más bien.
-Quizá podamos hablar antes.
-Te llamaré, ¿vale?
-Perdona.
-¿Todo bien?
-Sí, claro.
¿Por?
-Te ha cambiado la cara.
-Era Martín.
No podía colgarle.
Ya sabes que Martín y yo no estamos en nuestro mejor momento.
-Perdona si me he entrometido.
-No es ninguna intromisión es confianza.
Tampoco tengo por qué disimular.
-Llevamos muchísimos años trabajando juntos.
Soy consciente de lo que hay.
-Yo también me doy cuenta de cómo me miras.
-Lo siento si te he molestado alguna vez.
-No, no me has molestado.
Todo lo contrario.
-Paula, siempre me has gustado, me pareces una mujer muy atractiva y muy inteligente.
-Me hablas demasiado.
-Perdona si he hablado demasiado.
-No, has dicho lo que pensabas, nada más.
-Verás, yo siempre he sabido cuál es mi sitio aquí, en esta empresa, en esta familia.
Y por nada del mundo me gustaría que tu padre o tú... -¿Crees que por decirme esto eres desleal a mi padre?
-Bueno, él siempre me ha tratado como un hijo, lo sabes mejor que nadie.
Pero, tal vez, si tú y yo nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, nuestra relación podría haber sido otra.
-Te mereces a alguien mejor que yo, Alberto.
Continuamos.
-Esta pistola es lo que une los asesinatos de hace 20 años con la muerte de Antonio Hurtado.
-Y aquí falta una cuarta persona.
-Bueno, Ortiz murió en el hospital de un infarto.
-Sí, esa es la versión oficial.
-Es la que hay.
-Ortiz saca la pistola del decomiso y se la da a Antonio Hurtado.
-Que se la da directamente, no podemos saber.
-Y Antonio muere de manera accidental por una sobredosis de alcohol y drogas.
Ya, ya, no hay pruebas de que fuese un asesinato, ya lo sé.
Mucha casualidad, ¿no?
-¿Cuál es la relación de Ortiz con Antonio?
-Antonio estaba al corriente de la guerra sucia contra los ecologistas.
De hecho, fue él quien nos dijo que Ortiz estaba al mando.
-¿Conocería, entonces, a Sanjurjo?
-Seguramente, pero ya no podemos preguntárselo a ninguno de los dos.
Aunque nos queda su hijo.
-Sí, claro.
Era muy pequeño en aquel momento, así que no pudo participar.
-Lo que sí sabemos es que fue él quien te atacó y que huyó cuando lo encontramos.
¿Y eso por qué?
Y este parece tener demasiado interés en encontrar a Sanjurjo.
-Todos tenían conexión, todos.
Martín, que busca a Sanjurjo, que es hijo de uno de los hombres de Ortiz.
Antonio Hurtado tenía la pistola que mató a Portela.
Las piezas están todas aquí, pero... ¿Qué tiene todo esto que ver con lo que se pasó hace 20 años?
-Las piezas no encajan todavía, pero todas tienen un denominador común.
Luis Barbosa.
-Ya.
-O hay relación familiar, o trabajaban para él o le debían un favor.
El caso es que todos tenían alguna relación con él.
-¿Crees que es demasiado tarde para ir a hacerle una visita?
-Con esto no hace falta cita previa, ¿no?
-Guau.
Qué sitio bonito.
Seguro que te traes aquí a todos tus ligues.
-Qué va, lo descubrí un día haciendo deporte.
-Rubén, no mientas.
-Conmigo no hace falta que te hagas el santo, ¿eh?
-No te estoy mintiendo.
No tengo trato con muchas chicas últimamente.
-¿Verdad?
¿Ninguna mujer en tu vida?
-La había.
Una especie de amiga.
Pero ahora ya sé que no puedo confiar en nadie.
-Qué mierda.
¿Sabes lo que hago yo cuando un tío me traiciona?
Desquitarme con cualquiera que pase por delante.
Un clavo, saco otro clavo.
-No sé yo si esa opción es muy buena.
-Anda que no.
Se te quita todo.
Hazme caso.
¿Vino?
[risa] ¿Eh?
-Venga.
-La inspectora Yanes y el inspector Gomes desean verle.
-Hazles entrar.
-Señor Barbosa, disculpe las molestias, pero nos gustaría aclarar algunos puntos sobre su declaración.
-¿Y qué puntos, exactamente?
-Sobre todo en el que nos dijo que no conocía a Joao Portela.
-Y no lo conozco.
-Refresque un poco la memoria.
-Si quiere, podemos ayudar, si quiere.
-Por favor.
-El día 5 de mayo de 1998, fue usted a la tercera escuadra del Barrio Alto para responder por Joaquín Sosa Cardoso y Joao Portela.
-Sí.
-Nos dijo que la última vez que vio a Joaquín era a un crío.
-Y lo era.
Murió siendo un crío.
-Señor Barbosa, nadie saca a alguien de comisaría que no conoce.
-Joaquín me llamó.
Lo habían detenido.
Y al llegar, me encontré que no estaba solo.
-Entonces, ¿conoció a Portela?
-No, no le pregunté su nombre y tampoco nos saludamos.
-¿Y por qué lo llamó Joaquín si nos contó que la relación no era muy estrecha?
-Porque no quería que su madre se enterara.
-Insiste en que no conocía a Portela.
-Recuerdo que Joaquín estaba acompañado aquella noche.
Y no he tratado con ese chaval en mi vida.
-¿Qué relación tenía usted con Antonio Hurtado?
-No sé quién es ese señor.
-No.
-¿Y entre usted y Javier Ortiz?
-Cordial.
De cruzarnos a lo largo de los años.
-¿Trabajaba Javier Ortiz para usted?
-Claro que no.
-¿Todo bien, papá?
-Sí, descuida.
-Antonio Hurtado era su empleado y ha aparecido muerto.
-¿Les parece a ustedes que conozca hasta el último electricista de esta empresa?
-Conocí a Portela, conocí a Joaquín, a Javier Ortiz y, posiblemente, a Antonio Hurtado.
Así que díganos qué papel jugó cada uno en el doble crimen.
-Los otros dos sospechosos están muertos.
Solo queda usted.
-¿Qué están insinuando?
¿Que soy sospechoso?
¿Creen que pueden...?
-Si van a hacer tales acusaciones, les sugiero que lo hagan por la vía indicada.
-Tendrán noticias nuestras.
[♪ música de tensión] -¿Qué pasa?
-Mi padre, que ha cancelado la tarjeta, el hijo de puta.
-Eh, calma, que el portero nos va a ayudar, ¿sí?
-¿Ah, sí?
Pues, ¿dónde está?
Porque yo no lo veo.
[gritos] -Paula.
[habla en portugués] -¿Y eso qué tiene que ver con nosotros?
-No tiene nada que ver con vosotros.
[habla en portugués] -Hijo de... [habla en portugués] -Dime.
-La policía ha vuelto a interrogar a mi padre.
-¿Sospechan de él?
-Eso parece.
Pero si tuvieran pruebas suficientes, ya lo habrían detenido.
-De momento, poco más podemos hacer.
-Tengo una idea y creo que puede solucionar muchas cosas.
-¿Cuál?
-Exponer a Rubén, pero al mismo tiempo, es la mejor manera de separarlo de su abuelo y de protegerlo.
-¿En qué estás pensando?
-No te preocupes, es lo mejor para nosotros.
-Paula, no... -Confía en mí.
-Tengo que dejarte.
-¿Dónde digo que estás si me preguntan?
-Ya se te ocurrirá algo.
Paula.
Ten cuidado.
-Sí.
[♪ música de suspenso] -¿Qué pasa?
¿Qué coño estás haciendo?
-Su identificación.
-Que identificación ni leches, que he estado afuera cinco minutos, cojones.
¿Qué me estas contando?
-Su identificación.
-¿La chica aquella era tu novia?
-No.
Éramos amigos.
-¿Amigos y algo más?
Imagino.
-No te entiendo.
-Pues eso.
Yo tengo amigos con los que hablo y voy a tomar algo.
Pero luego, tengo amigos con los que... Además, me lo paso bien.
No pasa nada follarte con los amigos que te gustan.
-Rita, creo que no me apetece mucho seguir hablando de este tema.
-¿Por qué?
¿Te da vergüenza?
Hablar de sexo es algo muy natural.
-Ya te he dicho que esa chica solo era una amiga.
-Ah... -Amor platónico.
[risa] Entiendo que todavía hay gente que quiera ir virgen a matrimonio.
[risa] Lo respeto.
-Ya, pues no lo parece.
¿Me puedes decir que te hace tanta gracia?
-Perdona si te he molestado.
Tú con tu vida haces lo que quieras.
-Pues parece que no.
Me parece que todos tenemos que ser exactamente igual que tú.
-Rubén, vamos a dejar... -No, es que ahora soy yo el que no quiere dejar el tema.
¿Me puedes explicar qué te ha hecho tanta gracia?
-Déjalo, por favor.
-¿Qué te pasa, Rita?
¿No tenías tantas ganas de hablar?
Pues explícame qué te ha hecho tanta gracia.
¿Qué coño haces?
-Voy a llamar a un taxi, claro.
¿Qué haces?
¿Qué haces, estúpido?
¡Es mi móvil!
-¡No me toques, joder!
-¡Estás loco!
¡Dónde vas, estúpido!
¡Dónde vas!
-¿Fue un mal día?
-Pésimo.
[hablan en portugués] No podía ser en peor momento, ya no tengo tiempo.
-No tienes tiempo.
¿Por qué?
-Mónica.
-¿Sí?
[habla en portugués] -Y confirmaron bien eso.
Gracias.
Buen trabajo.
-¿Qué?
-Joaquín y Portela atracaron un banco.
-Estás de broma.
-Dispararon contra una patrulla de la PSP y uno de los agentes hirió a Joaquín.
Han identificado el subfusil.
Te van a enviar ahora el atestado.
-A ver, a ver, ¿y por qué atracaron un banco?
-Dinero.
-¿Dinero?
¿Tú crees?
El hijo de Amalia Souza Cardoso necesitaba dinero, se lo habría pedido a su madre.
-No, es que no se lo pidió, lo intentó coger prestado.
-¿Y si atracan un banco en Portugal, por qué aparecen los dos cuerpos enterrados en España?
Mira esto.
[♪ música de suspenso] [hablan en portugués] -Por favor.
Necesito que venga un médico.
Es Luis Barbosa.
[♪ música de tensión] -¿Pasa algo?
-He venido a confesar.
-Ya uno solo era el camello de Joaquín.
Entre él y yo hubo algo.
-Si pasa cualquier cosa.
No nos esperes.
-En el atraco había tres personas.
Joaquín, Joao Portela y alguien que conducía el coche.
-Rita, creí que estaría contigo.
-¿No ha llegado aún?
-Aquí hay fotos, transferencias, números de cuenta.
-Ten cuidado.
-Si a mí me pasara algo, he dejado un vídeo programado para que salte dentro de 24 horas.
-Si quiero ahora mismo te pego un tiro en la cabeza y aquí nadie dice ni mu.
-Dime.
-Sabemos que está en Lisboa.
-Me quedaría aquí toda la vida.
-Antes de morir tu padre puede poner sus acciones al nombre de quien quiera.
-Vas a ser la buena presidenta.
-Sé que has estado moviendo los hilos a mis espaldas.
Ten la delicadeza de esperar hasta que me muera.
-Suena a amenaza.
-De acuerdo, vamos a tranquilizarnos.
-¿Puedo preguntarte qué pasa?
-Si no sabes quién eres, siempre estarás indefenso.
Y debes saberlo antes de que se entere tu enemigo.
-Eres tú el de las amenazas y el que intentó atropellarme, ¿verdad?